jueves, 12 de marzo de 2009

SOLUCIÓN…”A LA BOLIVIANA”

En la actual coyuntura donde se carece de, sinceridad, honestidad, de dialogo, compromiso, tolerancia, de información clara y oportuna, de reales espacios de participación ciudadana, nos parece muy oportuno y necesario que los jóvenes comencemos a aprovechar los espacios, relativamente pequeños y casi invisibles, para manifestarnos, dialogar, discutir, proponer, lógicamente con nuestras limitaciones y acorde a nuestras posibilidades, en procura de aportar en todo este proceso de transformación del cual, afortunadamente, somos parte; afortunadamente porque también esta en nuestras manos la consolidación de la base en la cual emergería la nueva bolivianidad.
A continuación tenemos el orgullo de presentar un ensayo realizado por Pablo Mansilla Bladés, estudiante de Comunicación Social de la universidad Gabriel Rene Moreno.
En un análisis simple, profundo y propositivo nos plantea soluciones reales y e ingeniosas para consolidar la transformación del Estado en base al dialogo como la herramienta principal, la tolerancia y la educación intercultural.
Esperamos les sea de provecho, las publicaciones que gratamente emitimos están siempre orientadas a alimentar la cultura del dialogo, la justicia, la igualdad y la libertad de pensar libremente.

Por: Pablo Rodrigo Mansilla Bladés

SOLUCIÓN…”A LA BOLIVIANA”


Soy boliviano! y estoy orgulloso de decir que en mi país somos distintos, pero buscamos la igualdad. Somos un pueblo olvidado, pero con gran historia. Somos el país que quiere ser, pero no somos nación. Somos un “lamento boliviano”, pero con grandes derroches de alegría carnavalera. Somos “pobres”, pero tenemos grupos económicos de poder, y así la lista sigue. En resumen, somos gente sencilla y humilde que enfrenta y convive a diario con problemas sociales extremos.

Si la anterior afirmación no convence, recapitulemos algunos episodios de nuestra historia:
- Bolivia ha sufrido en varias ocasiones una mutilación territorial. [1]
- El primer encuentro y reconocimiento entre los bolivianos fue en estado de guerra. [2]
- La mayor parte de la sociedad boliviana, el sector indígena, ha resistido y luchado contra cinco siglos de colonización y marginación política, económica y social.
- Nos enfrentamos al extremismo neoliberal con un alto costo social. [3]
- Y actualmente atravesamos un proceso de creación de un Estado unitario, pero plurinacional y con autonomías.

Así también la lista continua, pero ya saben a lo que me refiero.
¿”A la boliviana”?. En varias ocasiones se ha utilizado dicho término para nombrar a las poco comunes y extremadamente complejas soluciones (o salidas) que los bolivianos fabrican ante un problema social. Calmar la tensión social a través del sentimiento y cariño que sentimos por nuestra selección de fútbol, suele ser uno de los clásicos ejemplos. Pocas veces se ha disminuido la conflictividad en el país como el año 1994, única vez (hasta el momento) que clasificamos a un mundial de fútbol.
[1] Las distintas pérdidas de territorio en las guerras del pacífico (1879 – 1880), del Acre (1899 – 1903) y del Chaco (1935 – 1938).
[2] Muchos historiadores concuerdan que la sociedad boliviana reconoció toda su amalgama cultural en las áridas tierras de la guerra del Chaco.
[3]El 29 de Agosto de 1986 en el Gobierno de Víctor Paz Estensoro se dicta el Decreto Supremo 21060 para aliviar la inflación, esta medida fue calificada como: un acierto económico, pero una injusticia social. Muchos trabajadores fueron removidos de sus fuentes laborales dejándolos en la pobreza.
A situaciones de gran adversidad, métodos estrafalarios!. Debido a la complexión de los problemas que se suscitan en Bolivia, es que se crean métodos o soluciones que traen

consigo cambios estructurales, presión social, disconformidad, etc. El contexto cultural, político y social es complicado en cada una de las situaciones.

Nos caracterizamos por salir siempre del fondo del problema. Lamentablemente vislumbramos la solución después de un terrible saldo de vidas humanas o antes, a un suspiro, de entrar en conflictos de extrema violencia.

Ahora encaramos un momento, el más importante de nuestra historia, en relativa paz. Después de la aprobación de una nueva Constitución Política del Estado en Enero del 2009, la implementación de un Estado unitario, plurinacional y con autonomías, diseñado en el nuevo texto constitucional, presenta un escenario político – cultural muy a lo boliviano, es decir complicado. La politización de la región denominada “La media luna” como sector opositor al gobierno, la incorporación activa de los pueblos indígenas dentro de la estructura funcional del estado, la consumación del proyecto autonómico en todos sus niveles: departamental, indígena, municipal y regional, estos y otros temas configuran la tarima sobre la cual los bolivianos debemos construir vías de entendimiento y desarrollo para mejorar nuestros días.

El siguiente trabajo propone elementos de análisis para la creación de una conciencia política en la sociedad boliviana. Elementos recogidos de distintas visiones, de distintas personas que establecen conceptos, ideas y comportamientos muy importantes e indispensables para que la sociedad encare y trabaje de forma directa con el cambio que se avecina. Una conciencia política que evite transformar los actuales acontecimientos de cambio en confrontaciones violentas. Eso debe quedar atrás. Conceptos, ideas, valores, comportamientos que nos harán construir el nuevo Estado…a la boliviana.

Pero antes algunas precisiones teóricas.

Intolerancia cultural y política.-
Dentro de un sistema democrático la tolerancia y la legitimidad del régimen político, son factores muy influyentes para la estabilidad del sistema democrático y del modelo de estado imperante. La legitimidad es el apoyo al sistema por parte de la población en general, es la confianza hacia la institucionalidad, hacia sus autoridades y sus políticas. Una dictadura, bajo condiciones especiales, puede ser un gobierno legal, pero no legítimo, ya que no cuenta con el apoyo real de la población.

La tolerancia “hace referencia al respeto de los derechos políticos de las personas que tienen opiniones diferentes u opuestas al sistema político del país” (LAPOP, 2008. pág. 97), un país que tiene un índice bajo de tolerancia política, significa que la estabilidad es insegura. La intolerancia política siempre ha representado el desprecio a las minorías en sus diferentes instancias de participación política: el parlamento, en el fuero sindical, en las plenarias, asambleas, cabildos, etc.

La historia del continente latinoamericano sirve de referencia a este fenómeno, los sectores campesinos e indígenas siempre han sido relegados de las decisiones y participación política, siendo ellos, paradójicamente, la mayoría de la población.

Por otro lado, la intolerancia cultural es la fase inicial de lo que vendría a ser el fenómeno vergonzoso que ha creado la humanidad, el racismo. “El racismo es una actitud y/o un sistema social, que propugnan y afirma que la gente de diferentes grupos humanos (razas) difiere en valor, que esas diferencias pueden ser medidas o catalogadas jerárquicamente, y que resultan en la ventaja económica, política y social de un grupo en relación a los demás”. (LAZOS, 2006. Pág. 68)

Nuevo paradigma político – social.-
El 25 de Enero del 2009 el Estado boliviano reconfiguró totalmente sus estructuras, a través del voto soberano de la población, transformando a Bolivia en un:
“Estado Unitario Social de derecho Plurinacional Comunitario, libre, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías…” (Art. 1 de la nueva CPE)

La amalgama que conforma el Estado boliviano se basa en la unión de la diversidad (plurinacional) y el derecho autónomo. De esta configuración deben desprenderse todos los componentes funcionales del estado tanto a nivel económico, cultural, político y social. Para ello, la sociedad boliviana necesita un nuevo enfoque acerca de la soberanía y desarrollo del país.

La incorporación de los valores ancestrales de los pueblos indígenas originarios a la carta magna es prueba de la necesidad de un nuevo enfoque, ahora el Estado, valga la redundancia, incorpora en su composición al movimiento indígena junto con todas sus expresiones culturales, políticas, judiciales, medicinales, etc. Es evidente el surgimiento de un nuevo paradigma de lo que significa ser boliviano.


Es necesario:
Composición de nuevos paradigmas sociales en los bolivianos.
Conciencia política de cambio para el desarrollo nacional
Composición del Estado hasta el 25 de Enero del 2009.

NUEVO
ESTADO
Se constituye sobre lo PLURINACIONAL, LA AUTONOMÍA E INTEGRACIÓN DE ESTRUCTURAS INDÍGENAS DE ORGANIZACIÓN SOCIAL.

Planteamos los siguientes ejes de análisis para la creación de la nueva conciencia política boliviana

ROJO
Complementariedad de los distintos.-
A continuación cito textualmente una parte de la proclama de Caracollo del 28 de marzo de 1899, firmada por Pablo Zarate Willka, en la cual plasma su posición política ante la situación que atravesaba el ejército liberal. [1]

“Con grande sentimiento ordeno á todos los indijenas para que guarden el respeto con los besinos i no agan tropellas (ni crismes) porque todos los inidijenas /han/ de lebantarse para el conbate i no para estropear alos besinos /;/ tan lo mismo deben respetar los blancos ó besinos alos indijinas porque somos de una /misma/ sangre é hijos de Bolivia i deben quererse como entre hermanos i con indianos” ( Condarco, 1982. Pág. 322)

Ramiro Condarco analizando todo el contenido de la proclama afirma lo siguiente:
“No se trata, sin embargo, de una simple “alocución” de circunstancias. Lleva consigo una doctrina crítica propia de la regeneración política de la Republica y de la libertad; una orientación de táctica política, un mandato de acción inmediata y un concepto del nuevo orden consiguiente, esencialmente basado en el equilibrio social bajo la luz de una teoría teocrática, aparentemente escatológica, pero, más bien, palingenésica [1] acerca del poder y la historia, característica del pensamiento andino prehispánico.” (Condarco, 1982. Pág. 324)

Resaltamos: “doctrina crítica propia de la regeneración de la República y de la libertad”, el respeto mutuo y complementación entre ambas civilizaciones era la doctrina capaz de dar a luz un Estado que enarbolaría las banderas de igualdad y libertad. Mas no fue así, el movimiento indígena de Pablo Zarate Willka fue traicionado por el General Juan Manuel Pando, persona a la que había ayudado a derrotar a las fuerzas constitucionalistas de Fernández Alonso.

Esa “táctica política” podría ser reivindicada hoy por hoy. El movimiento indígena originario y sus aliados por un lado, demostrando sus planteamientos ideológicos en sus raíces milenarias (vivir en armonía con la naturaleza, la importancia de lo colectivo sobre lo individual) y el mosaico [2] de la visión mestiza del país, dos visiones diferentes que conviven en un mismo suelo que deben compartir un proyecto común.

Alcides Valledo propone tres principios básicos para la interrelación entre la diversa sociedad boliviana:
- Principio de ciudadanía que busca el reconocimiento pleno y la búsqueda de igualdad.
- Principio del derecho a la diferencia, conlleva el respeto a la identidad y derecho de todos y cada uno de los grupos socioculturales.
- Principios de unidad en la diversidad que se materializa en la unidad nacional, no impuesta, sino construida.

Puede que con este modelo venzamos a la tradición política boliviana, que hace que las agrupaciones políticas vean como enemigo, que debe ser destruido, a todo movimiento que tenga una visión diferente a la suya. Para eso debemos aprender y cultivar el siguiente color.

[1] Estamos en el tiempo de la Guerra Federal. En el momento de la proclama de Caracollo, las tropas del General Pando sufrían una sublevación interna de los indígenas. Pando recibía cartas de los corregidores que se quejaban por el alzamiento de las guarniciones campesinas a las cuales en algún momento tenían que enfrentar. Por otro lado, el bando contrario, el ejercito constitucionalista de Fernández Alfonso perdía terreno y fuerzas, la victoria estaba próxima para Pando y sus aliados indígenas. Fue en este contexto que Pablo Zarate Willka realiza la proclama de Caracollo





[1] Regeneración, renacimiento de los seres.
[2] La sociedad mestiza occidentalizada se subdivide en clases sociales con distintas visiones e intereses.
AMARILLO
Cultura de diálogo democrático.-
La complementariedad de opuestos [1] solo puede darse en un espacio franco de dialogo entre las partes. El diálogo es la herramienta primordial para llevar a cabo el objetivo de la comunicación: crear sentido entre dos ó más personas. Debemos argumentar que el proceso de comunicación debe darse de manera horizontal entre comunicadores y no entre un emisor y un receptor, ambos interactúan en igualdad de condiciones respetando las ideas del otr@.

Un diálogo democrático reúne a los actores del problema que deben formar parte de la solución, es un espacio donde se genera confianza entre las partes para abordar los problemas complejos buscando la solución, sin olvidarnos de que el diálogo debe estar acompañado siempre de la acción social. En este sentido, Elena Diez [2] esquematiza la manera de abordar los problemas complejos mediante el diálogo democrático; transformar y trabajar conjuntamente la forma de “hablar, pensar y actuar”.

“Pareciera que cuando transformamos la manera en que hablamos (siendo abiertos y escuchando con emitía, tratando de entender al otr@), la manera en que pensamos (descubriendo un significado compartido de las cosas y de los problemas que nos aquejan), y el modo en el que actuamos (a partir de una mejor comprensión mutua) entonces pueden ocurrir cambios significativos” (LAZOS, Diez, 2006. Pág. 16)

Además añadimos otras precisiones que nos ayudan a vislumbrar la manera de llevar a cabo un diálogo democrático entre bolivianos. Carlos Hugo Molina señala cuatro tendencias que deben ser superadas para entablar el diálogo entre los distintos sectores bolivianos.
Superar las susceptibilidades y prejuicios.
Evitar los falsos debates.
Superar las provocaciones.
Construir acuerdos básicos.
Abordar estos y otros conceptos significaría levantar el armazón, el esqueleto de la
solución, ahora falta recubrirlo con músculos y dotarlo de inteligencia para que pueda levantarse y andar. Esta reconstrucción genética equivale a decir que cada una de las partes aporte a la solución.
Después de reconocer e interrelacionarse con el otr@, a través de la práctica de un diálogo democrático, buscando significados y soluciones compartidas, ahora tenemos luz verde para avanzar hacia un futuro promisorio.

VERDE
Educación intercultural.-
Las futuras generaciones bolivianas deben profundizar las bases de convivencia que ahora tratamos de sentar en una sociedad diversa. La educación intercultural debe abordar nuevos paradigmas de interrelación social, actualmente la educación bilingüe es el paso concreto que se esta dando [1], no olvidemos que la interculturalidad puede abordarse desde diferentes perspectivas.

[1] Concepto acuñado por Filemón Escobar en su libro “De la revolución al Pachakuti”, refiriéndose a la necesidad del diálogo entre las civilizaciones que conforman Bolivia.
[2]Directora del Proyecto Regional de Diálogo democrático para América Latina y el Caribe, del programa de las Naciones Unidas para el desarrolloCarlos Hugo Larota [2] reconoce que dentro de nuestra sociedad se han logrado algunas prácticas cotidianas cargadas de interculturalidad, por nombrar algunas: la comida, el baile y la religión, son prácticas interculturales poco reflexionadas que habrá que desarrolladas en mayor profundidad. Con esto nos damos cuenta que la sociedad boliviana presenta espacios de acción, esto amplia el horizonte.

Este escenario nos esta obligando a trabajar en la remodelación de nuevas estrategias: metodológicas, de enseñanza - aprendizaje, culturales tanto en la Educación Básica como en el Nivel Superior Universitario y no universitario; por ende es imprescindible un nuevo enfoque que asuma la diferencia y genere actitudes de tolerancia y aceptación del otr@ como individuo que merece respeto y con el que debemos convivir.

La universidad Nacional Intercultural de la Amazonia (Perú), plantea que la educación intercultural debería pretender:
Desarrollar el conocimiento y valoración de otras culturas existentes en nuestro país
Ayudar a superar las tendencias y actitudes etnocéntricas.
Desarrollar esquemas (cognitivos, emocionales y conductuales) que favorezcan simultáneamente una adecuada identificación con la propia cultura y el conocimiento y respeto hacia otras culturas.
(http://www.interculturalidad.org/numero04/0208dfo.htm)
Conclusiones.-
Al plantear estos tres colores como elementos para la creación de una nueva conciencia política en la sociedad boliviana, no queda más que incentivar su interacción.

Crear relaciones de respeto y reciprocidad entre tod@s, comprender que la sociedad boliviana se ha configurado sobre la base de lo diverso, incorporando a las civilizaciones indígenas originarias en la funcionalidad del estado. El concepto acuñado es la complementariedad de los opuestos.

Solo a través del diálogo democrático podremos construir una sociedad de respeto e igualdad para tod@s los bolivianos. Existen varias premisas para llevar a cabo un diálogo democrático:
- Transformar y trabajar conjuntamente la forma de “hablar, pensar y actuar”.
- Superar las susceptibilidades y prejuicios.
- Evitar los falsos debates.
- Superar las provocaciones.
- Construir acuerdos básicos.

Ahora la sociedad debe enfocarse en buscar nuevos paradigmas educativos que acompañen los cambios que está atravesando el país, incorporando las dos premisas anteriores: el respeto y el diálogo.

De esta manera uniendo el rojo, el amarillo y el verde empezamos a construir soluciones, caminos, alternativas nuevas de desarrollo…a la boliviana.
[1] no por nada la nueva CPE exige a todo funcionario público hablar por lo menos dos idiomas el español y un idioma originario.
[2] Sociólogo Alteño.BIBLIOGRAFÍA

CONDARCO, Ramiro Morales: “Zarate el “Temible” Willka”, La Paz – Bolivia 1982, segunda edición
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO BOLIVIANO.
ESCOBAR, Filemón: “De la revolución al Pachakuti”, La Paz – Bolivia 2008, editorial Garzazul.
LAPOP, 2008.
MESA, Carlos Gisbert: “Historia de Bolivia”, La Paz – Bolivia 2003, editorial Gisbert, Quinta edición.
Revista LAZOS, Nro. 1, Fundación Unir La Paz – Bolivia 2006.
Revista LAZOS, Nro. 2, Fundación Unir La Paz – Bolivia 2006.
ROMERO, Ruperto: “Interculturalidad en Bolivia”. 2006.

LINKOGRAFÍA

http://www.interculturalidad.org/

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