lunes, 2 de marzo de 2009

La prensa en Santa Cruz

Por: Carla Lorena Martínez Gómez
Los grupos humanos se caracterizan por su cultura, que varía regionalmente, cada espacio habitado en el mundo tiene modales y costumbres propias, pese a esto, dentro de estos espacios existen otras distinciones culturales y rasgos peculiares, tal es el caso de Bolivia que a partir de la Reforma Constitucional de 1994, Bolivia se ha definido como un país multiétnico y pluricultural, reconociendo así la diferencia cultural, puesto que existen 36 pueblos indígenas, sin embargo esta disposición constitucional, era simplemente un reconocimiento exclusivamente legal. Al asumir la presidencia Evo Morales se dio inicio a una Asamblea Constituyente, proceso precedido por años de lucha indígena, para modificar la Carta Magna y así llevar a cabo la refundación del país con un tinte de pluralismo jurídico.

En este sentido luego que se aprobase el pasado 25 de enero el proyecto de la Nueva Constitución Política del Estado, en la que se logró pese a divergencias ideológicas, culturales y políticas de diferentes grupos humanos, tanto autonomistas de oposición y el oficialismo, el reconocimiento de un mestizaje cultural, principal causa para que en el país hasta ahora no se haya construido una realidad de comunidad nacional. Con las autonomías indígenas y departamentales si bien es cierto que se fragmenta el país porque existen diversos grupos humanos que se constituyen como nación, pero mientras este proceso se lo lleve a cabo bajo el marco del Estado, es un gran paso para reafirmarnos como ciudadanos pertenecientes a culturas diferentes, dentro de una nación proyectada como la es Bolivia, en este sentido ahora “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías”[1].

En este marco tan complejo pero no imposible, los medios de comunicación cumplen un rol decisivo en la sociedad, puesto que tienen una gran influencia en la misma, tomando en cuenta que los teóricos de la comunicación reafirman que los medios deben proporcionar información veraz, objetiva e imparcial, no es de sorprenderse que en Bolivia suceda lo contrario. Especifiquemos ahora el caso de Santa Cruz, con la prensa cruceña, tanto en el género informativo como el de opinión, la prensa cruceña no cumple la función social en nombre de la opinión pública, de la sociedad, la libertad de expresión y el derecho de acceso a la información, dado que es evidente la inclinación al discurso regional autonomista y de ataque al gobierno.

Sin embargo, la prensa en general tiene el derecho de orientación ideológica, que les permite tener un conjunto de ideas fundamentales, característica que se plasma en los editoriales, el problema radica en que esa orientación ideológica debe ser defendida desde la línea editorial del medio y no de la parte informativa, dado que esta debe ser pluralista. El problema en sí, se da cuando no se quiere reconocer las falencias del grupo político, al que un medio de prensa defiende y se procede a direccionar tendencias políticas, es decir a direccionar la opinión, puesto que no solo en el género de opinión dan cabida a esas tendencias políticas, sino que el género informativo no muestra el otro lado de la moneda.

Un claro ejemplo es el periódico “El Deber” de Santa Cruz, que pese a que se declara como un periódico familiar, es muy evidente su orientación ideológica al discurso regional autonomista, en un sondeo, en donde recolecté recortes del periódico El Deber, tanto del género de opinión como del género informativo de lo meses de diciembre y enero, referido a la disposición constitucional del país, se puede constatar que las tendencias ideológicas a favor de los grupos de poder cruceños, impiden analizar a fondo la propuesta de la Constitución Política del Estado recién aprobada e insisten en publicar información manipulada, si bien no se miente de los hechos se distorsiona la verdad al servicio de intereses particulares, en el género de opinión sólo se le dio cabida a columnistas que se refirieron a la campaña por el No, muchas veces sin una justificación sustentada de “hechos verificables” y distorsión de temas tratados en la CPE, muchas columnas pretendieron realizar un análisis muy superficial de aparente veracidad.

La prensa cruceña debería ser un instrumento, para lograr en los ciudadanos el intercambio de ideas, promoviendo el conocimiento de otras culturas y realidades, somos diferentes y debemos aceptarlo, si se pretende proseguir con la idea de construir una identidad boliviana, nadie tiene una bola de cristal que adivine el futuro de nuestro país, así que evitemos la especulación. La aprobación de la CPE, es un gran paso para el cambio, si bien la CPE es mucho más incluyente y reconoce que el 62% de la población es indígena sustento para la implementación de las autonomías indígenas, no sabemos lo que pasará después, el tiempo es quien decide.
[1] PROYECTO DE CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO,
Art. 1, capítulo primero sobre el Modelo de Estado

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